ETAPA 41 DE FOZ A BURELA (GUÍA CAMINOS NATURALES)
Es la etapa 3 del Camino Natural de la Ruta del Cantábrico, en la Mariña lucense.
Foz es un municipio perteneciente a la comarca Da Mariña.
Su nombre proviene del latín fauce, haciendo honor al abrupto paisaje que conforma el rio Masma en su desembocadura en esta localidad.
Los castros hallados en las inmediaciones son prueba de que existieron asentamientos humanos, mucho antes de que los romanos habitasen Hispania.
Estudios arqueológicos remontan su fundación al periodo de los tartésicos.
En el siglo IX adquiere gran notoriedad porque la sede episcopal de San Martiño de Mondoñedo se instaló en sus inmediaciones durante más de dos siglos.
Es una localidad con una importante impronta marinera. Sin embargo, aunque cuenta con puerto pesquero, actualmente es más bien un pueblo playero y residencial.
Entre el patrimonio arquitectónico del municipio destaca la iglesia de San Martiño, que constituye la catedral más antigua que se conserva en España. El templo original fue construido en el siglo VI y era de estilo prerrománico gallego. Su aspecto actual data de los siglos IX y XII.
Durante dos siglos y medio fue sede episcopal de San Martiño y habitaron entre sus muros más de una docena de obispos. Hasta que la sede episcopal fue trasladada a Mondoñedo. En su interior se pueden encontrar pinturas de los siglos XIV y XVI. 

Salimos de Foz paseando al lado de la ría, junto a la Praia da Rapadoira. Es una playa urbana con paseo marítimo. Dejamos a la izquierda el núcleo urbano y a la derecha la Ría.
La marea estaba bajando y se nota un bancal que parece que pueda unir ambos extremos de la ría. Pero... 
Es la desembocadura del río Masma y hay un canal que no lo hace posible.Llegamos al final de este paseo y giramos a la izquierda, seguimos saliendo de la Ría de Foz. El camino en ligera subida. Pasamos por la peña Rapadoira y nos encontramos al cormorán vigilante.
Continuamos saliendo de Foz. Ya encontramos indicaciones de la Praia de Llás. Como se ve la señal a seguir, no es la flecha amarilla.
Continuamos dejando atrás edificios y pasando por una zona de aparcamiento.
Y enseguida de nuevo el mar. En la foto no se puede apreciar pero este mar ha sido hoy un descubrimiento para muchas personas del grupo. Esa línea del horizonte con esa intensidad y esos tonos, alguno y alguna no la habíamos visto así nunca y el color del mar tenía tonos hasta turquesa.
Ya en la primera etapa de este Camino Natural, Camino del Mar, (Ribadeo - As Catedrais), encontramos esta planta. En esta etapa está formando un verdadero tapiz en los acantilados. Como estamos en Febrero, tienen muy poquitas flores. Debe ser algo increíble, venir y ver todo esto en plena floración. El color del mar, de la arena de las playas y de la alfombra de uña de gato de los acantilados. ¡Asombroso! Nuestro caminar continua y llegamos a "Os Castelos". Enfrente hay tres rocas grandes como castillos, por eso les pusieron ese nombre. En uno de ellos, el más grande, hasta principios del siglo XX se cosechaban patatas y había conejos. Hoy dan cobijo a las aves marinas como gaviotas y cormoranes Tenemos ese paseo con suelo empedrado, siempre al lado del mar. Pasamos por la Punta do Corno. Se llama así porque visto desde el otro lado parece un cuerno y por debajo existe una gruta que lo atraviesa y se llama a Cova do Corno. El paseo continua bordeando la Punta do Corno.
Continuamos la marcha al lado de la costa, bordeándola, siempre al lado. Pasamos sobre un puente de madera.
Desde el puente vemos por un lado la playa y por el otro como entra el mar.
Alcanzamos la Playa de Llas, que cuenta con un parque infantil. Es un extenso arenal blanco de más de 700 metros de longitud. Son características sus dunas. Aledaña a la playa de Llas, hay una pequeña península que en el pasado albergó un castro.
La mayoría de los castros gallegos fueron construidos entre el siglo V aC y el siglo V dC por poblaciones como los cibarcos o los ártabros y en la mayoría de los casos fueron destruidos con la llegada de los romanos a la Península.
Del castro de Llas no quedan prácticamente rastros a día de hoy. Se sabe que era un asentamiento amurallado de época prerromana que fue construido por los primeros pobladores de esta zona de la costa gallega.Continuamos bordeando la costa alternado algunos momentos de asfalto. Desde este punto ya podemos visualizar Cangas de Foz y Burela a lo lejos.
Vemos cómo están protegidas las dunas. Toda la zona de dunas está completamente delimitada por esas estacas con esa gruesa cuerda.
Continuando el camino nos encontramos una higuera de un tamaño tal que con sus ramas se forma un túnel de varios metros que ocupa medio paseo. Parece ser que da higos casi todo el año. En la foto se percibe el túnel que hacen las ramas y que es un túnel considerablemente largo. ¡Sorprendente!. Después se ven algunas higueras más pero ninguna de dimensiones parecidas.
Nos encontramos una señalización que nos explica que el lugar se llama la Furada del Zorro. Parece ser que hasta allí se acercan los zorros para comer mejillones y otros productos marinos. También hay una zona con oricios.
La Playa de Peizas es una de las nueve playas que podemos encontrar en el municipio de Foz. Está en una zona no urbanizada y cuenta con más de 500 metros de longitud. Es un lugar accesible, tiene un área recreativa pero no tiene paseo marítimo. El oleaje es moderado y tiene el distintivo de Bandera Azul.
El grupo sigue las señalizaciones y vamos rumbo a la siguiente playa. Tenemos que tomar el camino de la derecha. Alguno quiso atajar y se hundió hasta las rodillas.


El color del mar nos impresiona. Tiene muchos azules, entre ellos turquesa.
La playa de Sarrido es una cala pequeña, aislada. Se accede exclusivamente a pie y por un camino abrupto. Durante la pleamar se queda casi sin arena. Tiene unos 75 m. de longitud, cuenta con aparcamiento.
Seguimos nuestra marcha siempre al lado del mar. Unas veces a veces por camino asfaltado y otras por sendas de tierra entre verdes prados, donde se salpican casas y de vez en cuando pastan caballos.
Ya vemos la Playa de la Pampillosa.
La Playa de la Pampillosa se ubica en Fazouro. Está encajada entre dos macizos rocosos. Tiene unos 170 metros de longitud. Se encuentra en un espacio protegido por su importancia medioambiental, dentro de la red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación y Lugar de Importancia Comunitaria, el rio Ouro.
El mar se traga mucha arena en invierno y presenta una superficie con cantos rodados.
Continuamos sin demora y pasamos al lado del rio Ouro en su desembocadura.
Subimos a la carretera, cruzamos el puente y entramos en Fazouro (8 Km). Huele muy bien a leña.
El nombre posiblemente derive de "Foz Ouro". En la foto el rio Ouro entrando en el mar.
Siempre siguiendo las indicaciones, caminamos por el pueblo y en un punto giramos a la derecha. Carretera asfaltada. Nos encontramos con la mezquita de Fazouro. Lugar de culto, reunión, oración y enseñanza del islam para la comunidad musulmana. Centro cultural islámico.
Cerca de la mezquita nos encontramos una desviación a la derecha dirigiéndonos hacia el castro de Fazouro. Algunas personas del grupo nos dirigimos allí.
Está situado junto a la playa de Aeralonga, ocupa la pequeña península de Punta Fazouro o Punta do Castro.
Los hallazgos arqueológicos dan testimonio de la convivencia entre la cultura castreña y la romana.
Es uno de los castros costeros más excavados de toda la costa cantábrica gallega y el único visitable.
Tiene forma pentagonal y ocupa una superficie de 700 m2 aunque es probable que la erosión marina haya hecho desaparecer parte.
Se aprecian murallas, el gran foso excavado en roca y parte de las viviendas, todas de forma rectangular, excepto una ovalada, esta forma rectangular es claramente influencia romana.
Se han excavado unas pocas viviendas en la zona norte y se pueden apreciar bancos adosados a los muros, lajas centrales para hacer lumbre, losas de pizarra que apuntan a posible escalera a piso superior (muy poco habitual).
En la excavación arqueológica han encontrado una moneda romana, una fíbula, restos cerámicos y un molino circular, que suponen una ocupación entre el siglo I a C y el III d C.
Los restos orgánicos apuntan al aprovechamiento de recursos marinos y ganado bovino, lo que denota actividad ganadera.


Nos desviamos para el castro y ahora volvemos al camino, ya estamos en el Km 10 y el olor a algas es muy intenso. Se avanza por un tramo peatonal de paseo marítimo enlosado disfrutando de la Praia de Aeralonga a la derecha, dejando la línea de FEVE a la izquierda.
Se encuentra cerca de Nois. Cubierta de cantos rodados buena parte del año. En el verano la arena se abre paso. Arena blanca y fina se extiende a lo largo de casi un Km encajado entre acantilados. Su oleaje es moderado y es accesible. En uno de sus acantilados está el castro de Fazouro y en el otro el de Mosteiro.
En alguna parte del paseo, esto es lo que pusieron para el descanso. La verdad no estuvieron muy acertados con la estética. ¡Mira que había opciones!.
Reanudamos la marcha entrando en la parroquia de Nois (12 Km).

Este puerto es un lugar bastante pintoresco donde se agrupan las casitas encima del mar. En el pasado se dedicaban a la pesca de ballenas, al igual que otros puertos del Cantábrico.
Se cree que esta iglesia levantada en el siglo XVII se asienta sobre los cimientos de una antigua factoría fenicia. En torno a la iglesia se estructura el desarrollo urbano de la localidad de Nois, a la que pertenece. La parroquia fue el germen de formación de este núcleo poblacional.
Vamos dejando atrás las casas de Nois y acercándonos a la Praia de As Polas.
Es una playa pedregosa, de pequeñas dimensiones que se encuentra encajada entre el promontorio rocoso de Punta de Mógaro y la vecina playa de Area de Fame. El mar azota bastante en esta playa. Sus escasas dimensiones y su difícil acceso hacen que no sea muy transitada. Se vuelve a notar el olor a ocle.
Continuamos caminando por paseo peatonal empedrado hasta llegar a la Playa Area da Fame.
Su arena es fina y blanca, como en la mayoría de las playas de la zona. Se encuentra entre los acantilados de la Praia de As Polas y la Playa dos Xuncos que se encuentra anexa. También es de pequeñas dimensiones, unos 300 metros.
Cuenta con un pequeño paseo que la rodea. Tiene la distinción de Bandera Azul. En esta zona es habitual la recogida de algas. De hecho es un olor que también hemos percibido en otros tramos de la etapa.
Después de un tramos compartido por pista asfaltada, pocos metros después llegamos a la Praia de Xuncos. Esta playa está ubicada en la parroquia de Cangas de Foz. Año tras año es merecedora de la bandera azul. Es una playa pequeña, escondida entre acantilados, con pinos y eucaliptos.
Su arena es blanca y fina y está protegida por los acantilados. Es perfectamente accesible pero es pequeña y menos concurrida. En el islote de la Peña de Orxal, que se encuentra próximo, es habitual el marisqueo. También la recogida de algas. Se puede acceder a él en bajamar.



Proseguimos ya con ganas de llegar a Cangas de Foz y hacer un descanso.
De Cangas de Foz es una parte muy importante de mi familia y estoy emocionada con llegar aquí haciendo el Camino de Santiago. El indicador nos señala que sólo faltan 1,2 Km para llegar y eso nos da nueva energía. El camino es por carretera asfaltada y se ven un eucaliptal que nos está esperando.
Y cuando estábamos pensando que íbamos a tener que atravesar el monte, resulta que no. En la bifurcación lo dejamos a la derecha y tras unos metros bajando .....
Atravesamos el Rego de Alamparte y llegamos la la Playa de Riosmar.
Vane trae su perro a jugar en este Rego. Nuestro recorrido sigue por la playa. Después la abandonamos y subimos un bosque de eucaliptos, más eucaliptos, y ya llegamos a las primeras casas de Cangas de Foz (14,5 Km)
El camino de tierra que viene de la playa cambia a un firme de losas y las casas se ven muy cercanas.
En este momento necesitamos urgentemente hacer una pausa, hidratarnos un poco, tomar unas gominolas que son un verdadero aporte de energía, comer alguna pieza de fruta y descansar un poquito. Desde la terraza del local la vista es impresionante.
Iglesia de San Pedro en Cangas de Foz. Está situada en un promontorio rocoso a orillas del mar. En este lugar los fenicios construyeron un fuerte más tarde sería parte del asentamiento celta ubicado en la zona. Aprovechando la infraestructura de la construcción primitiva se erigió un templo en honor a San Pedro en el siglo XIII. Sobre sus restos se construiría unos cuantos siglos después la actual iglesia de Cangas, datada en el siglo XVII.
El patrón de Cangas es San Pedro y la romería del municipio la celebra en honor del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen del Carmen.
Además en Cangas de Foz tienen una morera incluida en el Catálogo gallego de árboles singulares.
Sellamos nuestras credenciales en Cangas de Foz y ya repuestas nuestras fuerzas reanudamos el paso, siempre cerca del mar.
Pasamos al lado de la Iglesia de San Pedro y su impresionante morera y seguimos en marcha. Tras rodear el campo de futbol llegamos a un tramo compartido cuyo inicio coincide con el punto Km 15.
Y nuestro andar continua por el arcén de la carretera.
A ambos lados de la carretera pinos, eucaliptos y a la derecha EL MAR.
Seguimos viendo el mar entre los árboles y en determinado momento, la señal nos manda desviarnos a la derecha. Ahora el Camino Natural del Mar va por la parte de abajo y la carretera va por arriba.


El pinar nos acompaña. Caminamos al lado la carretera general.
Y vemos una flecha amarilla, la primera el día de hoy, que nos dirige a un puente en el que hay otra flecha amarilla pintada. Una vez pasamos el puente ya vemos Burela en la distancia.
En muchos momentos de la etapa hemos tenido la cercanía de FEVE. Incluso hubo un instante en que el vimos el tren desplazándose en la misma dirección que nuestro grupo. El trazado nos ha acompañado más o menos visible. Antes de entrar en Burela hay un trecho en el que va la carretera general por arriba, la vías del tren por el medio y nuestro camino por abajo.😂
Nos acercamos a la Playa de Areoura. Se ubica en la parroquia de Cangas, en el límite con la localidad de Burela. Esta encajada entre escarpados acantilados y rocas. No existe desnivel y es pequeña, 120 m, pero es una de las playas favoritas para los visitantes y vecinos. También es reconocida con la distintiva Bandera Azul.
Y continuamos en ruta. Seguimos percibiendo la carretera arriba, el trazado férreo al medio y nuestro camino abajo, pero en breves, entre el trazado y nosotros habrá una barrera natural, de pináceas, que nos impedirá la visión. En la parte de abajo de las pináceas, también está la uña de gato.
Seguimos caminando entre unas casas y acercándonos cada vez más a nuestro final de etapa de hoy.
Y transitando siempre cerca de ese mar tan espectacular, llegamos a la Playa de O Cantiño.

La playa de O Cantiño se encuentra localizada en el municipio de Burela. Es un arenal de apenas 100 m de longitud que se encuentra encajado entre bolos de rocas. En marea alta su arena blanca y fina queda casi cubierta por el agua. Tiene un paseo marítimo que la rodea y en sus alrededores un área recreativa dotada de mesas, bancos y zona de juegos para los niños y niñas. Un cartel nos informa de que la calidad de su agua es excelente.
El paseo al lado del mar continua. En algún momento enlosado.
Cuando ya estábamos llegando a Burela, nos empezó a llover, a llover mucho. La vía del tren nos acompañaba por la izquierda y el chaparrón era intenso.
Es una localidad de importante tradición pesquera en la costa de Lugo. Habitado desde época prerromana, como prueba el castro hallado en las inmediaciones y los restos y vestigios hallados.
Tradicionalmente su desarrollo económico está en relación con la agricultura, la industria harinera y la mar. Su puerto es uno de los más importantes de todo el litoral gallego. Si en el pasado era la pesca de ballenas, después fue la del bonito. Burela es un referente nacional e internacional en la captura de este pescado.
Iglesia de Santa María de Vila do Medio. En su interior alberga murales de la Edad Media.
El barco museo Reina do Carmen fue construido en honor a los marineros.
Además cuenta con varias playas que descubriremos en la siguiente etapa.
Es una localidad en la que celebran muchos eventos a los que invitan a vecinos y visitantes como la Festa Castrexa, la romería de Monte Castelo, la feria do Bonito, festivales de música rock Aversion Fest, ...
Llegamos con agotamiento y una importante mojadura pero mereció la pena. Las playas de la Mariña Lucense son de gran belleza. Cada una con su encanto, pero todas preciosas. La visita al castro ha resultado emocionante. Poder pasear entre sus viviendas, bordear sus muros, otear el mar como en su momento pudieron hacer los castreños, ... ha sido hermoso.
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