ETAPA 36 DE LUARCA A NAVIA (21 KM)
ETAPA 36 DE LUARCA A NAVIA (GUÍA EROSKI)
Esta es la etapa de la desorientación, nos perdimos ¡dos veces!. Así pues, si normalmente la cantidad de km que caminamos no suelen coincidir con lo que dice el mapa, hoy no se ajustan de ninguna de las maneras.El día fue precioso, muy soleado. Aunque en algunos tramos de la etapa el sol quizá calentó más de lo que quisiéramos y lo sufrimos.
Empezamos la etapa desayunando en Luarca, nuestro segundo desayuno.
Después de desayunar y con la energía a tope, buscamos nuestra señal para salir de Luarca.
La salida de Luarca es, como no podía ser de otra manera, en cuesta. Por una carretera con un suelo de adoquines, al lado de una muralla y con casas por encima de ella y a ambos lados.
Y una vez llegamos arriba, uno se queda sin aliento ante la visión de Luarca, es una villa preciosa. Y la imagen vale más que mil palabras.
Continuamos nuestra marcha por el Camino Real de Santiago. Así se llama la carretera por la que salimos del pueblo.
Nos encontramos con una de las indicaciones más curiosas con que nos hemos topado en todos los km que hemos caminado. Una flecha amarilla hecha con chapas de botellines de cerveza (no voy a decir de qué marca😂).
Acabando la primera cuesta, salimos de Luarca, con casas a ambos lados y varios hórreos, alguno de ellos bastante estropeado.
Enseguida encontramos el primer maizal y una plantación de fabas, aún sin recoger, colgando de las cuerdas.
Pasamos por La Corripia y aparece señalización para indicar la dirección del camping y de la playa de Taurán.
Y una vez llegamos arriba, encontramos un indicador al museo rural LOS GLAYUS. Al fondo se adivina cerca el mar, y .....La bajada ya se ve en las fotos lo bonita que es. Se ven pinos y un abeto lleno, lleno, lleno, de bolas rojas. Con lo bonitas que se ven y ¡resulta que son tóxicas!.



También hay avellanos y una higuera. La verdad es que la higuera es un árbol que hemos encontrado en casi todas las etapas del camino. Y las personas que nos gustan los higos, sabemos que hay gran variedad de higueras y de higos.
Estas ruinas son Patrimonio Histórico Asturiano. Deberíamos cuidarlas con mucho mimo.
Y después de la iglesia volvemos a tener cuesta.
Siempre siguiendo nuestra guía amarilla, pasamos por un puente sobre las vías del tren. En esta etapa en varias ocasiones nos vamos a encontrar las vías, unas veces las cruzaremos por arriba y otras por abajo. Continuamos viendo plantaciones de fabas, también sin recoger.
Estamos pasando por Taborcias.
Y advertimos por primera vez un cabazo. Uno de ladrillo, pero claramente diferente del hórreo o la panera asturianos, éste es un cabazo estilo gallego. Se ve que es de construcción reciente. En esta etapa vamos a observar alguno más.

Reanudamos nuestra marcha por la calzada, llevamos casi todo el tiempo por el asfalto. Llegamos a Aquelcabo. Salimos en un cruce a la carretera general.
Este es un pueblo fundamentalmente ganadero, famoso por sus fiestas y feria de San Isidro.

Una vez llegamos a Moanes tan felices, un amable señor nos advirtió que nos habíamos perdido, que el Camino no iba por ahí. 😥 Nos indicó que teníamos que llegar a la escuela, tirar recto, ... como diría el GPS "recalculando", hasta que encontramos de nuevo la señal.
Pasamos frente a la escuela buscando nuestra queridísima flecha amarilla. Una vez la encontramos, respiramos hondo, ya estábamos en el BUEN CAMINO.
Nuestra flecha nos mete en una senda de tierra. Una pista entre tierras de cultivo. Sigue siendo llano, pero ahora ya aparece el barro. Las marcas de las rodadas de los tractores que salen de los campos, con la lluvia de estos días de atrás, se han llenado de agua y lodo. En algunas zonas es un barrizal.
Hasta ahora no hemos atravesado ningún monte, pero .... a lo lejos se ve arbolado así que seguramente es un bosque que tendremos que cruzar.En este momento de la etapa estamos caminando por una zona poco menos que "curiosa", situados entre dos vías, a la derecha la carretera general y a la izquierda la autopista, hacemos un sandwich: autopista, camino de Santiago y carretera.
Evidentemente al seguir de frente encontramos más charcos, más barro.
Un tramo más adelante el asfalto regresa, ahora caminamos entre las casas, con los ladridos de los perros, lavandas, buganvillas, dondiegos y por supuesto maíz. En esta etapa va a ser lo habitual, camino embarrado por el monte, camino asfaltado entre casas, y así una y otra vez.
Aquí tienen una capilla pequeñita dedicada a la Virgen de los Remedios.
Y de nuevo subimos, sigue siendo carretera, de asfalto, pero el pinar se ve cada vez más cerca, de momento subimos, luego vendrá la bajada, ...
Se ven dos pinares uno más cerca y el otro algo más lejos, seguro que en algún momento nos adentremos en ellos. Y a lo lejos, mirando hacia la derecha, se ve el mar.De repente se acaba el asfalto y empieza la pista. Llegamos a una cabaña, con unas preciosas begonias por un lateral y ahí se acaba la carretera, tenemos que seguir por la izquierda y ya ... ¡EL MONTE!.
¡Subida!, ¡camino empedrado!. La subida no es complicada, pero hay que ejecutarla y aquí lo complicado es el suelo porque como el agua va haciendo su trabajo, las piedras han dejado una superficie muy desigual.
Llegamos arriba llaneamos un poco y otra vez, empezamos a bajar. Aunque siguiendo la flecha es difícil perderse, lo cierto es que cuando la encontramos nos alegramos mucho, nos confirma que vamos en el buen camino.
La bajada es preciosa, las piedras vuelven a molestar. Pero esta es una pendiente corta, llevadera. En algún momento resbaladiza. Estamos descendiendo entre pinos aunque haya algún eucalipto. Notamos el aroma de los pinos.
Cruzamos un puente sobre el arroyo Llameiro, la vegetación nos impide visualizarlo pero el puente sobre él es bastante ancho.
Dejamos el arroyo y empezamos otra vez a subir.
Cruzamos la carretera y seguimos de frente. El camino se estrecha, con árboles a un lado. La flecha nos guía. Esto de salir del monte, cruzar carretera y volver al monte, lo llevamos haciendo las últimas etapas. Tenemos un máster en eso.Así pues, cómo no, después de un tramo de camino de tierra estrecho, salimos otra vez al asfalto, se ven las antenas de repetición. Hay una casa con un acebo que llama mucho la atención.Nos encontramos con unas casas espléndidas, con unas vistas del mar increíbles y una de ellas con una placas solares. El lugar se llama La Barraca.
Cuando preguntamos a la señora que estaba allí sentada, por las placas solares, nos contestó que en Asturias, en la zona donde estaba su casa eran poco útiles pero que les habían obligado a colocarlas. 😌
Después de la Barraca, volvemos a entrar en el bosque, pista de piedras y tierra, con el pinar a la derecha y barro en el suelo.Y advertimos la presencia de toxo con más abundancia, es la primera vez que lo distinguimos en tanta cantidad. Hasta ahora cuando lo veíamos era algo testimonial entre el resto de la vegetación, ahora se le ve dominando una zona un poco más extensa.
Al fondo se ve Puerto de Vega. La verdad es que desde donde estamos, en el medio del pinar, es un magnífico espectáculo para la vista.
Nos llamaba la atención que el pinar nos dirigía al Este (a Cantabria), Galicia está al Oeste...😌. Llegado el momento el camino hace un giro competo y nos encamina al oeste 👍. Ahora ya nos cuadra.Conforme avanzamos, la vereda se va estrechando, es mas de tierra, con algo de piedra, con agua, con barro, ... pero es ¡¡¡precioso!!!. Además empezamos a oír un sonido fuerte, cada vez más fuerte de agua, por nuestra derecha. ¡Un rio!, sonando muy, muy fuerte.En algún momento pasamos sobre el rio, porque el sonido empieza a oirse desde el otro lado, desde la izquierda. La vegetación nos impide ver el rio, ni siquiera sabemos en qué momento pasamos sobre él, sólo podemos escucharlo, pero suena muy, muy fuerte.
Más tarde descubrimos que es el rio Barayo que configura la Reserva Natural Parcial de Barayo.
La bajada se vuelve complicada, el camino estrecho, la pendiente más fuerte y el principal problema es el muy irregular empedrado del suelo. Hay que bajar con muchísima precaución.
Lo único que tranquiliza un poco es que no son muchos los metros en los que está tan complicada la bajada. Enseguida salimos ¡como no! al asfalto y con un cartel indicador de la población El Bao.
Salimos y pasamos sobre un puente con la indicación rio Barayo y ahora ¡vaya si lo vemos!, grande, caudaloso, hermoso (no tenemos foto😓 la foto de la derecha es la carretera sobre el rio).
Proseguimos unos cuantos metros por la carretera general, pasando bajo el viaducto y enseguida la señal nos hace meternos en un desvío a la izquierda, una subida, pero cuidado porque la flecha está pintada de azul.

El camino nos hace pasar entre unas casas, Casa Carmina, y continuamos en una subida suave.
El firme primero es carretera alquitranada, después de tierra. Es ancho y está rodeado de algún maizal. Vamos muy bien.
Pasamos entre unas casas, llegamos a Villapedre (12,5 Km).
Además de las casas, seguimos viendo maíz y personas trabajando con las máquinas apilando en capas la caña de maíz triturada, para conservarlo como forraje para el ganado. Hoy hemos visto mucha actividad agrícola. Personas recogiendo fabas, personas trabajando con las cañas de maíz para conservarlo como forraje, ....
Paramos en Villapedre para reponer energías. Buena falta nos hacía después de haber bajado el pinar.
Nos recuperamos rápidamente y de nuevo nos ponemos en marcha. Nuestra flecha nos dirige a la derecha.
Pasamos al lado de la Iglesia de Santiago de Villapedre. Nuestra guía de Santiago está justo al lado de la iglesia.Cruzamos, otra vez, las vías del tren, esta vez en puente por debajo. Continuamos caminando por la calzada, entre las casas y vamos saliendo del pueblo.
De nuevo se acaba el asfalto y regresamos a una senda de tierra y tras unos metros un repecho con algunas raíces al descubierto que complican bastante el ascenso. Luego la vereda se vuelve más estrecha, con miles de hojas y con alguna piedra. Esta vez no son las piedras, sino las raíces de los árboles las que ponen las cosas difíciles.
Continuamos el ascenso y nos encontramos cubiertos por castaños y carbayos. Y aquí ¡¡NOS HEMOS VUELTO A PERDER!!. Una señora muy amable nos dijo que el camino no iba por donde nuestro grupo estaba ... ¡vaya día!. Por suerte la señora nos dejó seguir por su propiedad.
El caso es que volvimos a salir a una vía asfaltada y buscamos la flecha. Divisamos la señal al fondo, pero para llegar a ella tuvimos que atravesar un cruce con otra carretera más ancha. Los perros no dejan de ladrarnos. Hoy no paran.
Llegamos a Piñera (14,5 Km).
Caminamos entre las casas del pueblo.
Pasamos por una que nos llamó la atención a todas las personas del grupo, es de piedra, con tres chimeneas, flores, ... hermosísima. Un verdadero palacete.
Volvimos a fijarnos en la construcción de cabazos en varias casas del pueblo.
De nuevo, cruzamos las vías del tren, en esta ocasión, por arriba.
Y seguimos la flecha. Continuamos en marcha por una ruta de tierra, más estrecha en unos momentos u otros, subimos una ladera, con barro, .... Seguimos por un sendero en medio de la pradera. Aquí no tenemos más opciones que atravesar el campo.
Un tramo del camino al que salimos está completamente destrozado por rodadas.
Y vamos acercándonos a Villaoril (16,6 Km).
Aquí es evidente la actividad ganadera.
La presencia de bálagos de hierba y ganadería en libertad y estabulada es persistente. En Asturias tal parece que las vacas forman parte del paisaje, a lo largo de casi todas las etapas las hemos visto pastando libremente en los prados, o con personas llevándoles comida (y las carreras que algunas de ellas se pegaban), también las hemos observado estabuladas.
Faltan cuatro km para llegar a Navia y los hicimos por el asfalto. Hay maíz sin recolectar a la derecha, otro grupo en otro momento encontrará condiciones diferentes, pero hoy está así.
Tal y como nos indica la señal, seguimos de frente.
Se nota el cansancio y el sol está molestando bastante. Bebemos agua, comemos alguna gominola y pasamos por La Colorada (18,6 Km).
Nos mantenemos en la misma ruta. Hay poco tráfico. Vamos de frente pero en una esquina, una flecha nos desvía a mano izquierda y a los pocos metros, ¡hay que ir con atención! porque nos vuelve a reconducir a la derecha.
Y nos dirige a un camino de tierra, otra vez, con arboleda al lado. Al frente, enseguida se divisa el cementerio.
Siempre siguiendo la flecha pasamos por el lado derecho del cementerio. Ahora estamos en una pista de alquitrán.
Y empezamos a notar una brisa fresquita, superagradable, que con el calor y el cansancio, es verdadera medicina. El calor al final de la etapa nos ha hecho bastante daño, de modo que esta brisa es muy bien recibida.
Vemos otra arboleda. Ya estamos llegando a Navia. La arboleda no nos conduce a un camino de tierra. Vemos algún castaño y entre los árboles ya se ve el agua, la ría de Navia, se ve guapísima.
Navia (20,1 Km)
Y para entrar en Navia, pasamos, una vez más, sobre las vías del tren. Esta vez sobre un puente mucho más ancho.
Comimos en Navia, paseamos hasta la playa y pasamos un día excelente. Nos entusiasmamos con cormoranes, patos, ocas, ...😅 que hay en la ría. ¡Como disfrutamos!. ¿Verdad que es bonito?
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