ETAPA 27 DE PAJARES A POLA DE LENA ( 23, 8 KM)
Pajares
Desembocamos en la N-630 y en pocos metros tomamos el camino que nace a mano izquierda.
Salimos desde Pajares por la misma calle del albergue, una bajada importante. Giramos a la izquierda para atravesar el pueblo de Pajares.
Pasamos junto a la fuente de la Pría y el solar del hospital de San Miguel, de los siglos XVIII y XIX. También caminamos al lado del cementerio y de la iglesia de San Miguel.
Presenta un fuerte desnivel de bajada, hay que ir con precaución.
El último tramo, pavimentado, entra en picado en San Miguel del Río, población del extenso concejo de Lena.
San Miguel del Río (1,6 Km)
En el pasado, hasta 1827, formó parte de la Abadía de Arbás. Llegó a tener sobre el mismo cauce del rio Valgrande, hasta tres molinos y un rabil, molino de mano.
Situado a unos 780 metros de altitud. Tiene una iglesia con tejo al lado dedicada a San Miguel. Rodeamos entre todos y todas el tejo, como si estuviéramos en la infancia. La capilla se encuentra en el cruce de caminos a Santa Marina y variois pueblos cercanos.
Tras cruzar el pueblo seguimos por una carretera local. Con la montaña a la derecha y río y montaña a la izquierda, una imagen hermosa pues el meandro del rio estaba todo lleno de cantos rodados.
Encontramos medio escondido en la base de la montaña un pintoresco banco de madera.
Después de un corto paseo, llegamos a una bifurcación. Hay que tener cuidado porque hay un mojón jacobeo que nos anima a seguir por la carretera. Si lo seguimos, ascenderíamos a la N-630 y continuaríamos hasta Puente de los Fierros por la poco segura carretera nacional. Hay que olvidarse de mojones y atender siempre a las flechas amarillas.
Desde la carretera tenemos una primera visualización de Santa Marina. Entre los distintos tonos de verde de la montaña aparece colgada una solitaria edificación que en la distancia, se percibe de color blanco, parece un templo budista.
Cruzamos un pequeño puente sobre el río Pajares que hoy vamos a ver ir creciendo y al que vamos a acompañar desde la altura, pues es de las vistas de su valle, de lo que vamos a disfrutar.
A lo largo de la etapa tendremos que salvar varios arroyos de los que nutren el río, con su consiguiente zona embarrada.
Una vez cruzamos el puente, hay un rústico banco de madera que invita a tomar un descanso, previo a la cuestona que se nos presenta.Superada una corta pero muy dura pendiente, se llega al pequeño núcleo de Santa Marina.
Lo que percibíamos en la distancia similar a un templo, son en realidad un grupo de casas adosadas.
Al lado de las casas encontramos la popular ermita de Santa Marina.
Santa Marina (2,9 Km)
La ermita guarda la imagen de Santa Marina la Gloriosa, de gran veneración. De ella se conservan alguna reliquias.
Nos sentamos detrás de la iglesia para comer algo de fruta y alguna gominola, pues nos hacía falta.
Giramos a la izquierda de la iglesia para continuar la marcha y antes del final de la aldea, a mano derecha, arranca por una caleya muy estrecha una pista hormigonada y muy pendiente. Al llegar a una cuadra, apenas 50 metros más adelante, giramos a la derecha abandonando el hormigón, accediendo al camino entre la cuadra y un imponente castaño.
Continuamos por el camino circundado por muro de piedra durante un tramo, orientados ya sentido norte.
Vemos Llanos de Somerón, siguiente reto.
Llanos de Somerón (5,2 Km)
Encontramos varias cancillas, alguna nos costó trabajo cerrar, y tras alguna cuesta pronunciada, continuamos la subida por el exuberante despliegue botánico del bosque cantábrico.
Auténtico túnel vegetal, avellanos, castaños, nogales, espinos en plena floración, ..... También cascadas, arroyos, barro, camino empedrado ..
Siempre en sentido norte, una subida importante y después menos pronunciada pero no dejamos de subir hasta llegar a Llanos de Somerón (Chanos).
El pueblo es famoso por la calidad de sus arbeyos (guisantes).
Cuando nos vamos acercando el camino se convierte en un pasillo ancho que discurre entre dos cierres hechos con postes de madera y alambre de espino.
Una portilla final, esta sí cerró sin dificultad, nos permite entrar en el pueblo.
Nos llamó la atención el no ver los famosos arbeyos por ningún lado, y preguntamos por ellos a las personas que viven allí. Nos dijeron que efectivamente se plantan entre la escanda, que se plantan en diciembre para recoger en agosto o septiembre, pero que ahora en el pueblo sólo los cultiva una persona, en su afán de que no se pierdan totalmente las costumbres y tradiciones y que curiosamente es el hombre que está al frente del albergue de peregrinos y peregrinas.
Tomamos un pequeño descanso en el Centro Social, donde nos informamos sobre la dificultad de lo que nos falta por caminar hasta llegar a Campomanes y nos encontramos con dos pequeñas placas, una arriba y la otra abajo.
Una con el escudo del Oviedo y otra con el del Sporting. No es muy normal encontrarte un local donde se acoja de igual modo a los dos. Preguntamos por qué el Oviedo estaba arriba. La respuesta fue rápida, "arriba se pone el que va primero en la clasificación"👍A la vera de la iglesia de Santiago luce un enorme tejo. Es un pueblo pequeño pero muy guapo. Había familias con niños jugando en la calle.
Después de ver el tejo y la iglesia, continuamos la ruta unos pocos metros hasta el Albergue Cascoxu donde sellamos nuestras credenciales y en su huerta, vimos plantados los famosos arbeyos. Sólo los vimos aquí. Lo que sí vimos fueron vacas y caballos.
Reanudamos la marcha y abandonamos Llanos por la carretera local y siguiendo las flechas amarillas, nos desviamos a la izquierda, por el monte.Nuestro grupo, ya no pasó por Puente de Los Fierros, fue a Fresnedo, Hería y Campomanes.
A partir de aquí no podemos medir la distancia que caminamos. Al llegar a Campomanes, algunos relojes marcaban 24.9 Km.
Ese camino en ascenso, muy pronunciado, muy expuesto, muy abierto. En algunos momentos tuvimos que ayudarnos de las manos para sujetarnos y poder seguir ascendiendo.
Y cuando venían las bajadas, también con pendiente profunda y con suelo muy irregular, algunas veces acabamos en el suelo.
Algunos tramos nos parecieron no adecuados para personas como nuestro grupo que no somos expertos, que ya tenemos nuestros años y que lo único que pretendemos en llegar a Santiago tranquilamente.
Este tramo nos acompañaron un chico y una chica que nos habían comentado que merecía la pena coger la senda que giraba a la izquierda porque era un recorrido muy hermoso.
Cuando nos alcanzaron y se dieron cuenta de las dificultades que estábamos teniendo, decidieron acompañarnos un trecho para ayudarnos.
La verdad es que el paisaje, es muy hermoso, las vistas son increíbles. Cuando mirabas desde la altura todo el valle era algo fascinante. Es posible que dentro de unos días diga que merece la pena el esfuerzo.En esta etapa llama la atención la gran variedad de especies vegetales que encontramos, desde nogales, avellanos, castaños, espinos, arándanos, brezos., robles, frutales, acebos, rosales silvestres, miruéndanos, .... y una gran variedad de flores.
El sonido de los pájaros también nos acompañó y dos caballos que se pusieron los primeros en la fila, los seguimos hasta que se apartaron.¡Ah bueno!, también una víbora bastante grande como podéis ver en la foto. Y por supuesto los jabalíes también han dejado testimonio de su presencia, zonas con la tierra completamente horadada.
Numerosas cascadas y sus correspondientes arroyos, cruzan la vía. Tenemos que cruzarlos como buenamente podemos, lo que conlleva mojaduras, barro, complicaciones ... Todo este agua acaba en el río Pajares.
Del suelo casi mejor no hablar. Piedras grandes, a distintos niveles, inclinadas, resbaladizas, posibles restos de calzada ¿por qué no?, facilitadoras de caídas. Hay un momento en la bajada que nos sentamos y nos deslizamos.
Fresnedo
Llegamos al pueblo y las dos personas que nos iban acompañando se quedan aquí porque tienen su casa cerca. A la hora que es tuvieron la amabilidad de invitarnos a comer. No sólo nos acompañaron también nos ofrecieron su hospitalidad. Es un detalle de agradecer.
Está situado sobre Fierros.
Nos dijeron lo mismo que podíamos seguir por la carretera o por la montaña. y OTRA VEZ volvimos a tomar la decisión equivocada y fuimos por la montaña. 😓
Sucede un largo y arduo tramo hasta la siguiente población. Los repechos abundan. Subidas y bajadas de gran pendiente. Más cascadas, más riachuelos, más barro. Algún árbol caído bajo cuyo tronco pasamos.
Alguna pequeña cabaña.
Rosales silvestres, fresas silvestres, arándanos, espinos, avellanos, ....
Estamos de lleno en el bosque, más subidas empinadas y bajadas resbaladizas. Y así hasta llegar a Herías.
Herías (15,2 Km)
En el camino nos encontramos algunas cuadras en ruinas engullidas por las hiedras y pasando cerca de la ermita de San Miguel y junto a la fuente homónima, a mano derecha bajo el camino.
Paramos para rellenar nuestras botellas en la fuente que de verdad se ve muy guapa, la pena es que estamos tan cansados que no la apreciamos como debiera. Una mujer muy amable nos anima con el "ya falta poco".
Salimos de Herías enfrentándonos a un repecho de hormigón, una pared cuasi vertical. Con nuevos descensos y ascensos. Es un sube y baja continuo. No hay energía para fijarnos en lo que vamos viendo.
Hay un momento en que vamos subiendo por un sendero un poco más ancho y con un firme en buen estado y un mojón medio escondido, nos dirige a una senda estrechísima, entre la hierba y el arbolado y en una bajada muy pronunciada. Pero en este punto no nos fiamos, pensamos que seguro vendrá otra cuesta terrible.
En otro punto trepamos sobre las raíces de un enorme árbol arrancado.
Vemos cabañas abandonadas en distintas zonas.
Es un tramo durísimo. No tenemos videos ni fotos porque ya no teníamos fuerzas.
Cuando vemos Campomanes en la distancia nos da la impresión de que va a ser imposible que con las pocas fuerzas que nos quedan podamos llegar..
Continuamos esta "bajosubida" continua y desembocamos en una zona ancha que nos dirige a la derecha en una pendiente final brutal y con un firme empedrado, piedras grandes, sueltas, resbaladizas,... De hecho tuvimos una última caída. Las piernas no daban para más.
Campomanes
Entramos de frente por las calles de La Ferrería y de La Vega, donde torcemos a mano derecha para tomar unos metros de la calle Corros. Esta localidad del concejo de Lena contó con alberguería en el Medievo y también con impuesto de portazgo, del que solían estar exentos los peregrinos.
Se encuentra a 390 metros de altitud.
Uno de los pueblos mayores del concejo de Lena. Situado en la confluencia de las aguas de los ríos Pajares y Huerna, para formar el rio Lena.
Podemos ver la capilla del Santo Cristo del siglo XVIII, la iglesia parroquial del siglo XVII, bajo de advocación de Nuestra Señora de las Nieves o el puente romano, ...
Por la parroquia pasan el Camino de el Salvador y el Camino de Santiago.
La localidad es un importante nudo de comunicaciones. Pasa por ella la carretera, el ferrocarril y empieza la autopista.
En la estación de Campomanes efectúan parada trenes de cercanías, trenes regionales hacia León y se ubica el cambiador de ancho de la línea de alta velocidad León - Asturias.
Buscando información para hablar del AVE encontré esta foto. Por ese camino que se ve a la izquierda, bajo el viaducto y muy cerca de a la alambrada, anduvimos nosotros cuando hicimos esa etapa en León. Resulta que ese día nadie había sacado foto y ahora buscando otra cosa encuentro esta. 😅
Ese día nuestro grupo caminó hasta Campomanes, no nos quedaba energía para hacer ni un metro más. Nos queda pendiente llegar a Pola de Lena.
Como no queríamos dejar ningún Km sin hacer, elegimos otro día para completar la etapa con el tramo de Campomanes a Pola de Lena.
Nuestro primer objetivo es Santa Cristina de Lena. Desde lo alto parece que nos está esperando.
Llegamos a La Cobertoria, pasamos bajo el viaducto y ascendemos por un camino empedrado.
Santa Cristina de Lena
El templo, Patrimonio de la Humanidad desde 1985, se clasifica dentro del estilo ramirense por haber sido construido bajo el reinado de Ramiro I en el siglo IX. Se dice como curiosidad que tiene tantas esquinas como días tiene un año.
Tuvimos una suerte inmensa porque aunque debería haber estado cerrada, ese día estaba abierta. La persona que la mantenía abierta nos selló las credenciales, un sello por cierto precioso, y nos permitió entrar adentro para admirarla.
Realmente es emocionante cuando entras y puedes contemplar una joya sencilla, austera y tan cargada de historia.
Salimos del templo y descendemos por otro camino empedrado situado en el lado contrario.
Pasamos por el barrio de Peruyera, desde allí vemos a mano izquierda la estación de tren de La Cobertoria.
Tiene unas casas, pocas, de piedra, muy hermosas, nos llamó la atención una que tenía al lado un riachuelo sobre el que habían construido un sencillo puente de tablas, ... No tenemos foto 😓
El Camino, continúa de frente y 1,2 kilómetros más tarde salva el río Lena. Se ve precioso como el río se ha encajonado entre las rocas y en lo alto los restos de una construcción que pudiera ser un molino.
Vega del Ciego
Es lo próximo que atravesamos.
Dice un refrán muy asturiano sobre este pueblo:
"Vega del Ciego ye un pueblu de mucha ponderación, ta xuntiquina la vía y cerquina del carbón"
Como curiosidad decir que a sus habitantes los llaman "gatos".
El Camino del Salvador pasa junto al campo de fútbol de la Sociedad Deportiva Lenense y cruza bajo la autovía para entrar en Pola de Lena. Hasta el albergue distan 1,2 kilómetros.
Pola de Lena
Este tramo final desde Campomanes ha sido un paseo, un verdadero gusto. Nos faltaba sólo este tramo y sentimos la satisfacción del deber cumplido.
La Villa fue fundada en el siglo XIII por Alfonso X "El Sabio", como una puebla privilegiada y lugar de paso entre Oviedo y León.
El templo parroquial de Pola de Lena es la iglesia de San Martín.En el interior del templo tiene dos retablos de San Martín de Tours y la Dolorosa. Sus dos torres cuadradas están inspiradas en la Iglesia de San Martín de Tours de Francia.
Etapa bella, larga y exigente, que destaca por sus continuos desniveles: hemos descendido desde las cotas altas de la cordillera al cauce de los ríos Valgrande, Pajares y Lena. La primera parte de la etapa discurre por viejas veredas entre aldeas, siempre envueltos por bosques y prados, para culminar con la dura bajada a Campomanes, primera localidad con servicios; allí llegamos extenuados y no pudimos dar ni un paso más.

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